Sunday, July 8, 2012

The Journey

Un día recibí un regalo de una buena amiga de la familia. Ahora me doy cuenta, en retrospectiva, la gran influencia que ella tuvo sobre mí. Suave, como el agua que sin advertirlo te empuja delicadamentePara mí ella fue tía, amiga, consejera, doctora y sembradora de semillas. Bruja Wicca con los encantos de las hadas y la sabiduría de las matriarcas. Antes me había dado varios libros a leer. La Mujer Dormida Debe Dar a Luz fue uno de ellos. En él, Ayocuan hace una narrativa que recomiendo bastante porque, en mi opinión, es un buen punto de partida en el camino de la evolución espiritual y en reconocer el papel que tiene México en el esquema del despertar de la consciencia. Otro libro fue La Rueda de la Vida, escrito por Elisabeth Kübler-Ross. 
Pero en aquella ocasión el regalo fue El Alquimista, escrito por un autor brasileño: Paulo Coelho. Vaya... 

El Alquimista, de fácil lectura, plagado de conceptos esotéricos: por supuesto la alquimia, como es arriba es abajo, la ley de correspondencia, la piedra filosofal, la leyenda personal, la paciente mujer del desierto, el tesoro que espera, los sueños... en fin.  Un libro que me encaminaba a mi primer shock espiritual. Después de este libro, siguieron los otros de Coelho. Y uno en especial, el que me conduciría a la detonación. Un libro llamado El Peregrino: Diario de un Mago. 

El relato de un peregrinaje del autor por el Camino de Santiago de Compostela. El camino de los hombres comunes... Pero dentro de este libro, un párrafo se clavó como astilla en mi mente: 

"Cuando comenzamos la peregrinación, me pareció que había realizado uno de los mayores sueños de mi juventud. Usted era para mí el brujo Don Juan y yo revivía la saga de Castaneda en busca de lo extraordinario."

A lo largo del libro, Coelho hace dos o tres menciones más, igual de breves, acerca de Castaneda y Don Juan. Pero eso era... me había atrapado. Carlos Castaneda y el brujo Don Juan. ¿Por qué me llamaba tanto? 
Así fue como llegué a Las Enseñanzas de Don Juan: Una forma Yaqui de Conocimiento. Pero más que llegar a un libro, llegué a un conocimiento inmenso. El principio de lo que puedo denominar despertar en el sueño. Fue una pieza de mi rompecabezas que me acercaba más a armar un estado descrito como iluminación. Un punto en el que ves que todo es Uno, es decir, te ves en todo. Pero más que iluminación, fue una iniciación, porque iluminados siempre hemos estado. Iniciados, no. Mi recomendación y casi advertencia es que quien quiera aventurarse en la lectura de Castaneda, lea su obra completa. Una inigualable aportación de ese conocimiento es el camino del guerrero. 
Si veo la iniciación como una marca en mi camino, puedo decir que Castaneda está antes de llegar y pasando la marca se encuentra El Sendero del Mago, de Deepak Chopra. 

Lo más importante es abrir la mente. Y esto sucedió conmigo al consumir en varias ocasiones LSD. No voy a profundizar en mis experiencias y mucho menos en la moral de ello. Si alguien tiene curiosidad vaya y cómase un ácido en lugar de estar imaginando cómo será. O mejor aún, vaya y coma peyote, pues no existe maestro más noble (en verdad es un maestro... y al final la paradoja es que nunca estuvo fuera de ti, no hay maestro). Si alguien tiene la curiosidad, que deje a un lado los prejuicios, que son candados. Coño, es una experiencia humana, ¿por qué no vivirla? Si el lector ha tenido contacto con algún psicodélico (del griego ψυχή, "alma", y δήλομαι, "manifestar" ) sabrá de lo que hablo. Hay algo que sí les puedo adelantar: El conocimiento nunca es lo que uno espera. 

¿Por qué se imaginan que prohíben estas sustancias? Yo creo que la razón principal es porque te abren los ojos a lo que somos: El Universo. Esto probablemente tú lo sepas, pero no lo sientes, ni lo ves. Por eso no vives en consecuencia. ¿Y la marihuana? Es sólo un puentecito para los que no se atreven a aventarse directo a lo grande. Peyote, LSD, Ayahuasca, DMT. Pero la marihuana es un aliado caprichoso. No enseña, solo presta un poquito de poder, a cambio de tu libertad, te deja vislumbrar muy brevemente algo que, pasada la experiencia, olvidas casi por completo. Te nubla la mente y te aletarga. La gente cree que consume marihuana y no se da cuenta de que es justamente al revés: la María los consume a ellos. Además, si fumar marihuana garantizara la sabiduría, habría cientos de hombres de conocimiento en lugar de cientos de pachecos. Es el mismo caso del vino, el cual antes era utilizado con fines espirituales... ahora sobra señalar la cantidad de alcohólicos que nos rodean. El LSD, por ejemplo, es un caso peculiar. Era utilizado en la antigua Grecia durante las iniciaciones de los Misterios Eleusinos, donde la gente lo bebía en el kykeon, bebida a base de cebada parasitada por el hongo claviceps purpurea. Esta sustancia a la fecha tiene vigente su poder. Yo estoy convencido de que así es. Te sintoniza en otra frecuencia, ves la Geometría Sagrada (ampliamente estudiada en los libros de Drunvalo Melchizedek y estos videos) puede que llegues a ver, puede que llegues a la iniciación, eso solo tú lo podrías descubrir. ¿Lo recomiendo? No. Le tengo respeto, como a todos los psicodélicos y más después de las zarandeadas que me dio por ser tan necio. Llega un momento en que sencillamente debes dejarlos, porque te muestran el camino pero no lo recorren por ti. ¿Qué sustancia es mala? Cualquiera que se vuelva un vicio: desde el azúcar, la cafeína, nicotina, alcohol, marihuana, y ni hablar de las más destructivas como la cocaína, heroína, piedra, etc. Esas sí que son las verdaderas drogas.

¿Miedo a intentarlo? Pues claro, el miedo es el primer enemigo natural del hombre que va en busca del conocimiento. Miedo a la locura, a la muerte, a lo desconocido. No hay nada nuevo en tener miedo. Por eso yo veo a los psicodélicos como un paso más en el camino espiritual, no como la puerta de entrada. Aunque para mucha gente así sucede y les va de maravilla, pero a otra tanta le hace falta la solidez del camino del guerrero y puede ser una sacudida extrema para su razón. O una experiencia que termine por negar, dejando pasar una oportunidad increíble. Sobre todo le pasa a los hombres, las mujeres nos llevan ventaja. Pero cada quién su camino, eso me queda claro. Que tu brújula sea siempre tu corazón. Este es un asunto serio, no son sustancias recreativas y al conocimiento se va con respeto, con miedo, con absoluta confianza y bien despierto. Y si no los has probado, lo que te haga sentir la palabra psicodélico es solo una idea, que además está llena de prejuicios. No te puedes ni siquiera imaginar, ¿cómo podrías? Por eso no juzgues si no conoces, no repitas como perico. No puedes adivinar a qué sabe el chocolate si nunca lo has probado. Te pueden contar, hasta puedes formarte una falsa opinión, catalogarlo, satanizarlo, adorarlo, repudiarlo... o declararte un experto, pero hasta que lo pruebes dejará de ser tan solo una idea y se transformará en experiencia viva.

Después de la iniciación comienza el verdadero camino. El camino hacia el satori, a la unidad. Porque uno sigue siendo tan idiota como siempre. Pero ahora sabes


"The greek word for initiation doesn't mean, like our word, the start of somethingIt comes from tilos and it means kind of the glimpse of the end of somethingSo what's happening to you in an initiation is that you are getting an experience of where you're going. And then you come back and make the journey back to that place and you'll find it in yourself. Now, one of the things that a phsychedelic does is it gives you a glimpse of something which is part of you... given to you from the outside-in. You needed to ingest this thing and something's happened to your consciousness. It's a very powerful way of doing that... and so the idea that you could have an initiation, a glimpse of the end, through something you have taken into you, also through the influence of a teacher, or ritual, or maybe all of it... and then you're in the journey to find that in yourself, BECAUSE IT'S ALREADY IN YOU." -Timothy Freke.



No te podrás alegrar ante el mundo, 
hasta que no sientas correr el mar por tus venas, 
hasta que no te vistas con el cielo y te corones de estrellas, 
y te veas como el único heredero del mundo, y más aún: 
pues hay hombres que viven en él que, 
como tú, son sus únicos herederos. 
-Thomas Traherne

IN LAK'ECH


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