Friday, July 20, 2012

Pequeños soles blancos




Me recuerdo acostado, rodeado de luces blancas que brillaban sin deslumbrar, distantes. Edificios cristalinos con millones de reflejos y cantos en el aire. Una ciudad que parecía extraterrestre. No podía entender lo que decían los cantos, era un idioma que no conocía. Dentro de los sonidos yo sabía lo que se expresaba... paz, alegría, un gran abrazo con mil ecos. Tuve miedo de mirar y descubrir a algún ser humanoide, pero la música me tranquilizaba. Me hizo armonizar con mis hermanos de las estrellas. Escuché todos sus mensajes: se podía vivir en ciudades armónicas con el planeta. Se podía dedicar el tiempo a contemplar la belleza, a producirla, a sintonizar con algo muy elevado. Era un mensaje de esperanza. 


Abrí los ojos y terminó el ensueño. Estaba en mi cuarto y en mi corazón las olas celestiales que no terminarían.

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